El año 2009 fue muy importante para mi. Aprovechando un regalo de mi querido papá y unos dinerillos que yo tenia invertidos, compre mi telescopio mas grande, el Meade Lightbridge 16" (LB16) con la esperanza de obligarme definitivamente a observar el cielo regularmente, algo que toda la via amé, pero desanimado por el pésimo cielo porteño, siempre dejé de lado.
Habiéndolo probado el fin de semana del 13 de Febrero del 2009, en una pequeña y hermosa estancia de Baradero (PBA), no me satisfizo por no haber sabido colimarlo bien, por lo cual el recuerdo que tengo es de un buen cielo, un hermoso lugar, y una frustracion. El Domingo por la mañana partí de regreso, porque llegaba mi hijo David de Brasil y queria ir a buscarlo.
Como el telescopio era demasiado grande e impractico para trasladarlo, armarlo, colimarlo, usarlo, desarmarlo y volver a trasladarlo cada vez que deseaba observar, se me ocurrió, a mediados de Mayo, disponer de una terraza hasta entonces inaccesible, que se ubicaba detras del desvan, y a la que se accedia unicamente por una escalera portatil, cuando habia que revisar los tanques de agua. La idea era hacer una comunicacion desde el interior de la casa, y construir un cobertizo para guardar el telescopio armado y listo para usar. De ese modo, aprovechando tambien la terraza contigua de papá, tendria un modesto pero util observatorio personal.
A fin de Mayo ya se habian iniciado las obras. Aparecio la puerta, luego el cobertizo, mas tarde los soportes para las telas, y finalmente el observatorio original. La idea de estas telas perimetrales para aislar las luces de los edificios vecinos, probó con el tiempo que habia sido desacertada, debido al viento que hay alli arriba, que causó estragos en el corto tiempo que existieron, destruyendolas por completo el dia 8 de Agosto, una tarde muy ventosa y aciaga para mi. Desde entonces, y aprovechando una sugerencia de mi amigo Rodolfo Ferraiuolo, que me visito una noche, decidi levantar muros perimetrales para aislar ese espacio de luz y viento. Todo esto incrementó considerablemente los costos, que al fin de la obra (Septiembre) alcanzaron los 10500 pesos (unos 3000 dolares) en total, desde que se inició la cosntruccion de mi Observatorio personal.
Actualmente, asi ha quedado formalmente mi observatorio personal, un regalo de Dios como tantos que he tenido en esta vida.
viernes, 12 de junio de 2009
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