Siempre he tenido alma de coleccionista. En mi vida he coleccionado infinidad de cosas. Mis libros han sido mi coleccion mas grande, he llegado a tener casi 8000, aunque por diversas circunstancias he perdido muchos, y muchos se repartieron entre mis diferentes espacios personales, mi trabajo, mi observatorio, mi departamento de separado. He tenido objetos de arqueologia, maya, egipcia, sumeria, cananea, romana, fenicia... Meteoritos de todos los tipos y procedencias, botellas de bebida de los ultimos dos siglos, monedas y anillos romanos, y de mi padre heredé, ademas de la pasion por acumular estas cosas, sus albumes de figuritas, que tanto alegraron su infancia y la mia.
Las figuritas que contienen venian con los chocolates Nestlé que se vendian por entonces, en los años treinta, y tambien con otros articulos como las marquillas de cigarrillo (aunque el no fuma ni fumó), con los cuadernos (las carátulas eran coleccionables), y tambien porque algunas editoriales de aquel tiempo producian y vendian figuritas, siendo el ejemplar mas dificil siempre canjeable por un codiciado premio, que podia ir desde una pelota de futbol, hasta un reloj de oro, segun el album y la dificultad de obtencion de esa "dificil" en particular.
Ademas de las obvias razones estéticas, eran fantásticamente educativos y didacticos. Leerlos era visitar lugares increiblemente remotos y fascinantes, encontrar criaturas de una bizarria sorprendente, admirar la gloriosa creatividad de la naturaleza, o conocer costumbres de los pueblos extinguidos, entre muchas otras deliciosas enseñanzas que en sus paginas podian encontrarse.
Nestlé fue indudablemente la precursora de esta sabia costumbre de alimentar doblemente el alma, con sus chocolates, y sus figuritas que venian en el envoltorio como un regalo adicional. Pero tambien las tabacaleras, como Nobleza, editaron albumes increiblemente hermosos, como el insuperable par de Curiosidades de America, en cuyas paginas aprendi que la tumba mas solitaria del mundo es la del expedicionario irlandes Shackleton, en la isla Grytviken, en las Georgias del Sur, y que el arbol mas grande que se conoce en el planeta no es la sequoia, sino el Cipres de Moctezuma, en Mexico. Cuando naci, en 1961, ya hacia mucho tiempo que estos albumes habian desaparecido del imaginario popular.
Tambien hubo albumes memorables como los dos soberbios Bellezas del Universo, de la decada de los setenta, el primero dedicado a las maravillas fisicas del planeta, el segundo a las creaciones mas geniales del Hombre a traves de sus mas de cincuenta siglos de civilizacion urbana. Fueron editados por una ignota editorial que desapareció hace muchos años, pero dejo estos tesoros para los que sabemos valorarlos. Muchos de ellos son hoy casi imposibles de encontrar.
Adjunto fotos de paginas de algunos de mis albumes mas entrañables.
Nestlé editó en Argentina varias series de estas maravillas (todas entre los años 1932 y 1943), de las cuales hubo 5 o 6 ejemplares distintos. La temática era variadisima: los habia de estampas de cuentos para niños, como el imposible "Narraciones Selectas" nunca encontrado completo hasta hoy, y de cuya existencia sólo supe hace unos 3 años (hoy tengo 50); y tambien habia uno de consejos y enseñanzas para los chicos, otros de refranes y dichos populares, y finalmente, los mas conocidos y polifacéticos, dedicados a una miscelanea de tópicos que iban desde las ciencias de la tierra, la astronomia, y que pasando por la biologia, la arqueologia y la etnografia, terminaban en los procesos industriales y las razas humanas. Todos estos albumes han cumplido hoy largamente mas de 70 años. Los ejemplares argentinos, a diferencia de otros que he visto, como el frances, que tengo completo en un 80 %, tenian la primera carilla, la de la izquierda, con completisimas explicaciones sobre lo que eran y significaban las figuritas, que estaban sobre la carilla derecha. Cada album contaba con doce series, de doce estampas cada una. Los colores eran vibrantes, hermosos. Esto tambien es una diferencia con albumes de otras procedencias, que a veces tienen dibujos mas imperfectos, y colores mas lavados, mucho menos llamativos, y siempre carecen de texto.
Hoy puedo dar fé de la sabiduria intemporal de aquel proverbio que dice "En casa de herrero, cuchillo de palo". En mi casa, con la sola excepcion de mi papá y de mi, nadie parece tener mucho interes por conservar estas glorias del pasado, y mucho menos por hojearlos y dejarse seducir por su embrujo. Por eso he querido dejar aqui su recuerdo, para que no se pierdan para siempre cuando ya no estemos aqui.
Las figuritas que contienen venian con los chocolates Nestlé que se vendian por entonces, en los años treinta, y tambien con otros articulos como las marquillas de cigarrillo (aunque el no fuma ni fumó), con los cuadernos (las carátulas eran coleccionables), y tambien porque algunas editoriales de aquel tiempo producian y vendian figuritas, siendo el ejemplar mas dificil siempre canjeable por un codiciado premio, que podia ir desde una pelota de futbol, hasta un reloj de oro, segun el album y la dificultad de obtencion de esa "dificil" en particular.
Ademas de las obvias razones estéticas, eran fantásticamente educativos y didacticos. Leerlos era visitar lugares increiblemente remotos y fascinantes, encontrar criaturas de una bizarria sorprendente, admirar la gloriosa creatividad de la naturaleza, o conocer costumbres de los pueblos extinguidos, entre muchas otras deliciosas enseñanzas que en sus paginas podian encontrarse.
Nestlé fue indudablemente la precursora de esta sabia costumbre de alimentar doblemente el alma, con sus chocolates, y sus figuritas que venian en el envoltorio como un regalo adicional. Pero tambien las tabacaleras, como Nobleza, editaron albumes increiblemente hermosos, como el insuperable par de Curiosidades de America, en cuyas paginas aprendi que la tumba mas solitaria del mundo es la del expedicionario irlandes Shackleton, en la isla Grytviken, en las Georgias del Sur, y que el arbol mas grande que se conoce en el planeta no es la sequoia, sino el Cipres de Moctezuma, en Mexico. Cuando naci, en 1961, ya hacia mucho tiempo que estos albumes habian desaparecido del imaginario popular.
Tambien hubo albumes memorables como los dos soberbios Bellezas del Universo, de la decada de los setenta, el primero dedicado a las maravillas fisicas del planeta, el segundo a las creaciones mas geniales del Hombre a traves de sus mas de cincuenta siglos de civilizacion urbana. Fueron editados por una ignota editorial que desapareció hace muchos años, pero dejo estos tesoros para los que sabemos valorarlos. Muchos de ellos son hoy casi imposibles de encontrar.
Adjunto fotos de paginas de algunos de mis albumes mas entrañables.
Nestlé editó en Argentina varias series de estas maravillas (todas entre los años 1932 y 1943), de las cuales hubo 5 o 6 ejemplares distintos. La temática era variadisima: los habia de estampas de cuentos para niños, como el imposible "Narraciones Selectas" nunca encontrado completo hasta hoy, y de cuya existencia sólo supe hace unos 3 años (hoy tengo 50); y tambien habia uno de consejos y enseñanzas para los chicos, otros de refranes y dichos populares, y finalmente, los mas conocidos y polifacéticos, dedicados a una miscelanea de tópicos que iban desde las ciencias de la tierra, la astronomia, y que pasando por la biologia, la arqueologia y la etnografia, terminaban en los procesos industriales y las razas humanas. Todos estos albumes han cumplido hoy largamente mas de 70 años. Los ejemplares argentinos, a diferencia de otros que he visto, como el frances, que tengo completo en un 80 %, tenian la primera carilla, la de la izquierda, con completisimas explicaciones sobre lo que eran y significaban las figuritas, que estaban sobre la carilla derecha. Cada album contaba con doce series, de doce estampas cada una. Los colores eran vibrantes, hermosos. Esto tambien es una diferencia con albumes de otras procedencias, que a veces tienen dibujos mas imperfectos, y colores mas lavados, mucho menos llamativos, y siempre carecen de texto.
Hoy puedo dar fé de la sabiduria intemporal de aquel proverbio que dice "En casa de herrero, cuchillo de palo". En mi casa, con la sola excepcion de mi papá y de mi, nadie parece tener mucho interes por conservar estas glorias del pasado, y mucho menos por hojearlos y dejarse seducir por su embrujo. Por eso he querido dejar aqui su recuerdo, para que no se pierdan para siempre cuando ya no estemos aqui.