domingo, 15 de mayo de 2011

Una pregunta filosofica: ¿que siente cada uno?

Siempre traté de definir las causas de mi gran  pasión por la astronomía, y hasta hoy nunca pude encontrar una razón que  la explicara completa y satisfactoriamente.  Que me quede sin palabras  al contemplar objetos celestes de tamaños, distancias, o energías inconcebibles, podría deberse a una fascinación natural del ser humano  por conocer la naturaleza de las cosas, y desde lo espiritual,  al  menos para los creyentes, por una ilimitada admiración por lo colosal  de la obra de Dios.
Pero yo siento que es algo mucho mas  profundo, que no puedo explicar, y que subyace a esa sed de  conocimiento, como un instinto de pertenencia. Como si al ver esas  tenuisimas galaxias, en los confines del universo, sintiera la añoranza  de quien, estando muy lejos de su hogar, lo presiente, sin  saber por qué, en esas urbes galácticas distantes. En mi caso personal, cuanto mas lejanas, mas intenso es lo que siento.  Imaginando que hay  mundos rebosantes de vida, paisajes increíbles, sociedades perfectas,  utópicas, es
como darnos cuenta de que en este preciso momento, en algún  lugar, muy lejos, se celebra una fiesta de maravillosa algarabía y  felicidad, y nosotros estamos aquí, solos,  lamentando que  jamás formaremos parte de ella, pero teniendo una necesidad natural,  física, ¿genética?, de estar allí, como un ansia nostalgiosa por algun  paraíso perdido.
Por mi formacion, siempre he creido que somos almas  que viven numerosas existencias, progresando espiritualmente hacia  la perfeccion.  Será entonces que los que amamos el cielo  nocturno y sus maravillas somos mas sensibles, y percibimos algún recuerdo antiguo, que el común de las gentes ha perdido o no llega  a captar?  El  recuerdo borroso de alguna remota pertenencia a esos  lugares, en otras existencias? Por qué, si no, nos conmueve tanto la  noche estrellada?  No es igual como nos conmueve una flor, por mas  hermosa que sea, un bello paisaje o alguna melodia, una obra de arte o la perfeccion de  la estructura de la celula o del cerebro humano.
El embrujo de las estrellas, es solamente la atraccion por el conocimiento, nada mas?  O hay algo mas profundo, sutil,  inasible, que  las otras personas también sienten? Yo lo he sentido intensamente, durante mis 50 años de vida (2011). Apasionadamente.

¿Que nos subyuga de esta ciencia maravillosa? La atraccion por lo lejano en el espacio y el tiempo, por lo que siempre sera un delicioso imposible?. La ilusion de que en torno a aquellos soles inaccesibles hay mundos con seres admirando las estrellas, una de las cuales, remota e insignificante, es nuestro sol?
Por ella, el hombre comprende su intrascendencia, y su soberbia se evapora ante tanta grandeza indescriptiblle, volviendose mas espiritual si todavia no lo era. Yo siento que nunca estoy  mas cerca de Dios que cuando contemplo las estrellas...
En ese momento vienen a mi mente aquellas palabras de David, en su bellisimo Salmo VIII:

"Señor,
 cuando contemplo en el cielo cada noche, 
 la gloria inmensa de tu obra, 
el trabajo de tus Manos, 
la luna y las estrellas que pusiste en lo alto, 
me pregunto:  
¿que es el Hombre ...para que en el pienses..?"